Ahora que despiertas
Todo parece diferente
Miro alrededor
Pero no hay nada en absoluto
Descalzo, entonces me doy cuenta
Que ella está todavía en pijamas
Luego me encuentro en un sueño
Cuelgo de un anticlímax
Ella está con el sol
Y está aquí, aquí dentro
Pero, ¿dónde estás...?
Voy de viaje
Y deambulo por las calles
No puedo ver la salida
Así que uso las estrellas
Ella se sienta eternamente
Y luego se va
Sol, resplandeces como ella
Entonces sal...
Despierto del sueño oceánico
Mi corazón late
Mi pelo revuelto...
Y aquí estás...
Puedo sentirlo...
Y aquí estás,
Sol resplandeciente...
Y aquí estás,
Sol resplandeciente...
Y aquí estás,
Sol resplandeciente...
Y aquí estás...
viernes, 5 de junio de 2009
jueves, 4 de junio de 2009
escondido en mi pieza
No se puede estar bien todos los días. Hay días en que, si bien son similares a los demás, uno parece fijarse más en esos pequeños detalles tristes que rellenan los ratos circulares, sumado a situaciones incómodoas y asuntos lamentables o desagradables (creo que hay uno que me circunda en especial este día) hacen que esa sensación de algo oscuro y denso que te aplasta un poco el pecho y te corta el aliento vaya creciendo más de lo que normalmente está. Uno no lo toma en cuenta, sabe que está ahí pero también sabe que no hay que pensarlo porque eso le da vigor.
Entonces luego, al salir de una evaluación largamente esperada y temida además, que te quitó tiempo de "esparcimiento" y con cuyo resultado no te sientes aliviado, la sensación se convierte en frustración evidente y caminas rápido hacia algo con lo que te puedas desahogar. Pero una vez allí no te sirve, no te sientes "dentro", eso te frustra más, y parece que tu propia aura espantara a los demás... no, no es mejor, no ayuda, empeora de hecho.
Te vas a casa, caminas solo -pero si eso es normal- pero no hoy. Llegas, comes algo y cierras la puerta. Es tu madriguera, mi madriguera. veamos si la música alivia un poco, al fin...
Hoy es un día en que sí me quisiera esconder en el bosque, para no ser encontrado -luego de no lograr que me encontrasen- por un rato. Sin embargo no hay bosque aquí. Sólo tengo estas cuatro paredes, y no me siento cobijado por ellas.
Esto si ayuda más.
Mañana es un nuevo día.
Entonces luego, al salir de una evaluación largamente esperada y temida además, que te quitó tiempo de "esparcimiento" y con cuyo resultado no te sientes aliviado, la sensación se convierte en frustración evidente y caminas rápido hacia algo con lo que te puedas desahogar. Pero una vez allí no te sirve, no te sientes "dentro", eso te frustra más, y parece que tu propia aura espantara a los demás... no, no es mejor, no ayuda, empeora de hecho.
Te vas a casa, caminas solo -pero si eso es normal- pero no hoy. Llegas, comes algo y cierras la puerta. Es tu madriguera, mi madriguera. veamos si la música alivia un poco, al fin...
Hoy es un día en que sí me quisiera esconder en el bosque, para no ser encontrado -luego de no lograr que me encontrasen- por un rato. Sin embargo no hay bosque aquí. Sólo tengo estas cuatro paredes, y no me siento cobijado por ellas.
Esto si ayuda más.
Mañana es un nuevo día.
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