domingo, 10 de agosto de 2008

protection

6 u 8 años, en otoño o invierno, no lo recuerdo bien, pero estaba nublado y hacía frío. Al parecer Karina no estaba porque me sentía aburrido y la casa oscura, tampoco mis padres, ignoro si mis tías... pero sí estaba mi abuela, en la cocina seguramente, o sentada al borde de su cama escuchando tangos con una vieja radio. La cosa es que estaba solo. Puente Alto en esos años era mucho más tranquilo, de hecho siendo mi mamá joven ni siquiera estaba conectado con el resto de la ciudad: era una comuna lejana al sur. A un costado de la casa de mi abuela, que era la casa-esquina, había un grupo de edificios de departamentos antiguos, de estos de los años 70, todos iguales y blancos, la gracia es que el espacio en que estaba construídos era surcado sólo por veredas rectas y perpendiculares entre sí rodeadas de muchos árboles grandes y el suelo estaba casi en todas partes cubierto de pasto bien cuidado, así que era una especie de parque abierto para mí y mi prima. Me puse un chaleco tejido por mi madre y salí a caminar al parque. No andaba nadie por allí y estaba todo muy tranquilo, sólo corría a veces un viento frío que movía las ramas de los árboles. Yo sólo miraba callado a mi alrededor buscando algo que llamase mi atención cuando de pronto desde la vereda pavimentada veo justo frente a uno de los edificios de departamentos una bolsa plástica flotando sola, dominada probablemente por un remolino de viento momentáneo. Me quedé viéndola un rato: volaba liviana, dando vueltas sin dirección, descendiendo, elevándose, etérea como las hojas que se arremolinaban en el suelo. Me acerqué hasta quedar bajo ella, pero no la alcanzaba. Me subí a las casetas donde se guardaban los medidores de electricidad de los departamentos y esperé a que se acercara. La tomé con mis manos, bajé y comencé a jugar con ella. La levantaba en el aire, la inflaba y se elevaba sola, a veces se alejaba lo suficiente como para que tuviese que partir corriendo tras ella con mis brazos estirados hacia arriba para poder recuperarla, a veces caía liviana en el suelo, daba vueltas, se enredaba en las ramas de los arboles y la creía perdida hasta que una ráfaga la dejaba caer hasta mí otra vez. Así estuve un buen rato, solitario jugando en el parque silencioso, sin nadie caminando alrededor, hasta que al fin la encumbré y el viento la infló de tal manera que de elevó más y más, ya fuera de mi alcance, y se la comenzó a llevar lejos. La seguí debajo, por los pastos y las veredas, un buen trecho esperando que cayera denuevo, pero nunca pasó: en vez de eso subió y subió más y más, se veía pequeña ya cuando alcanzó una altura más allá del techo de los edificios y siguió adelante, yo aún la seguía con la vista. Fue más allá de la avenida Cocha & Toro, frontera natural para mí en ese entonces, y la vi perderse lejos entre las casas y más allá, donde los cerros cubiertos de nubes se elevaban. Regresé a casa y ya a la hora del té no le dije nada a nadie, guardando lo vivido como un secreto, hasta que pasados lo años se volvió recuerdo. A veces lo recuerdo, hoy por ejemplo, en que el día está nublado
y me siento frente al PC a vaciar algunas cosas de mí.

sábado, 26 de julio de 2008

með suð í eyrum við spilum endalaust


Apenas pude lo conseguí. Es muy diferente. Al principio no me gustó, luego si, y mucho. En realidad esto es mas que nada por difusión. Es que me gusta cuando te encuentras con alguien que también conoce a Sigur Rós. Es extraño. Es como compartir algo muy único.
Y, bueno, dije que es por difusión. Pues si quieren vean esto (escuchen esto mejor)
es el myspace del grupo. Aparecen dos canciones en el reproductor, que son un buen ejemplo de como es el disco en general. Y como siempre, para escuchar Sigur Rós y captar la música hay que estar con la mente abierta y sin prejuicios, si es necesario escucharla otra vez, o en algún momento en que sea propicia. Entonces te atrapa.
Si no, no.

jueves, 19 de junio de 2008

una llamativa polera amarilla (estampados precolombinos)

Si, eso es.

Fue una de esas reuniones de "curso" (curso: denominación de un grupo de alumnos dentro de los integrantes del Cuarto Año Medio B, 2006, generalmente el más numeroso en comparación con otros núcleos personales del mismo) en la casa del joven de iniciales P.P.M. (para los que recuerdan la frase "¡Le amo, P.P.!"). Claro, esa fue la primera vez que vi una, y no la probé, por si acaso (en todo caso no fumo). Recuerdo que tenia gana de hacer un bonsái con un ejemplar de esos, pero me di cuenta de que no tiene tronco verdadero y al parecer muere después de un tiempo, como cualquier maleza silvestre, así que desistí. ¿Por que muestro esto? No recordaba la situación ni tenía la foto, pero me tropecé con ella en la página de una amiga jaja, no pude evitar mostrarla.

bueno, chao.

domingo, 8 de junio de 2008

mantecol marmolado, con más cacao

Los domingos son una mierda. Cuando no tienes absolutamente nada que hacer un domingo se transforma en una especie de tortura, es un espacio sólo para enfriarse en la sombra y caer en la depresión momentánea.
En todo caso me declaro propenso a eso, y si es domingo, peors! Por eso mismo espavilo y salgo de la leogera a respirar y a hacer fotosíntesis. Hoy especialmente fué así. En mi caminata no encontré sobresaltos mas que los de las grandes olas que golpeaban violentamente el molo junto al balneario municipal y la grúa Ma-que-cosa. El rocío me moja la cara, el pelo, los anteojos. Limpio los anteojos. Pasado un rato ya me retiro de regreso a la leogera a acurrucarme en la fría silla de colegio que tengo ante el computador, en donde estaré todo el resto del día. Inclusive me niego a asomarme a la mesa a tomar té, me conformo con la marraqueta con huevo revuelto que me traen aquí. Y para que? Para que ir a la mesa? están casi todos los que aún quedan en la pensión, con los cuales no he podido y creo no podré nunca entablar una conversación compatible con la vida, somos tán disímiles ellos y yo... agreguémosles unos tres años más y estaría bien. En realidad el problema soy yo: yo soy el viejo-chico que tiene más edad en la cabeza que en el cuerpo. Por eso me junto con gente "mayor", con uds, ya saben, no con la gran mayoría de los míos (sí con algunos)
Como sea. Es tarde y yo escribiendo. El otro día me cuestioné por qué tengo este blog, que sobrevivie de catarsis esporádicas nada más... pues para eso justamente.
Y ya son tres veces bastante más cercanas que antes.
Chau.

lunes, 26 de mayo de 2008

Bigráfica




Mezcla de cosas, ensalada en el corazón, en el alma, en la cabeza, en los brazos, en el cuello, en la garganta, en el dedo pequeño del pié

Chacabuco está aun en pie, menos que antes, menos que cuando me conoció por primera vez. Todo salió buenísimo, la comida, el asado, la gente, ustedes, Rossini, el publico, hasta el polvo regente del desierto que insistía en que nuestra ropa hiciese juego con él Conocí tambien la puna y mi rostro luchó para no contraerse por los pequeños errores que sonaron en el concierto (estas dos cosas serían lo malo + tú que no sé por qué de repente te apegas a mi si poco me conoces y me conversas, no tengo problemas con eso pero por qué parece que hay una intención; eso no fue malo pero incómodo si)

Recuerdo nuestras 4 cabezas asomadas complicadamente desde debajo del escenario

También grande alegría por ustedes dos, que son libres, sin ataduras de "no, si nó" Es algo tán tán perfecto, tán parsimonioso, como dijiste por messenger, es como un descanso, como un equilibrio, como un regocijo que desborda y hasta me alcanza y me hizo partícipe de su alegria cuando me contaste, y tú que levitabas sonriente esa mañana después de poquitas horas de sueño de las que despertaste llena de energía cuando salió el sol denuevo (podía imaginarte así); pucha que te costó entenderlo, pero era inevitable, y hasta no fué extraño, pasaría en estos días, solitarios.

¿Como expresarlo? Querría abrazar a ustedes dos y todo lo que los rodea y se relaciona con ustedes, su historia y su presente y su futuro, como si fuese una gran burbuja, su realidad jaja. Si, los quiero y soy feliz si son felices

viernes, 23 de mayo de 2008

hoy es extraño, es extraño, es

El día llovido único del año aquí
me hace sentir como en casa, más en casa que de costumbre
De hecho me hace sentir como en MI casa, la que ya dejé atrás,
esa donde mis padres solos deambulan sonriendo-se
y con el recuerdo
mío
deambulando también por las paredes

las nubes cubrieron el sol, los cerros, la torre,
las casas, las calles y cuando ya todo estaba bañado en
la espectación
rompió la garúa cayendo suavemente sobre los parabrisas de los autos
empolvados
estábamos comiendo empanadas, terminamos, algunos nos fuimos a la playa a disfrutar de la lluvia
luego se fueron y yo seguí caminando
mojándome de frío lentamente
entonces volví a la casa y me abrigué

no hay nada más rico que abrigarse cuando vienes del frío

(no pude evitar pensar con esa frase en toda la gente que no puede)

en la quietud de mi pieza me adormezco... ¿me termino de adormecer?
mmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmm
que flojera me dio jaja