
lunes, 17 de septiembre de 2007
jueves, 13 de septiembre de 2007
Singet! singet! singet dem Herrn

que impacientes me esperan
quieren verme pronto y les vienen las ansias
y la urgencia
asi que hago caso y vuelo denuevo.
Y bueno, tengo ganas de ir
asi como para olvidarme un poco de los estudios
y mi crisis de motivación
(idea algo ilusa porque llevaré un sinnúmero de cosas para estudiar allá
de manera que no me separaré de esto y se mezclarán dos mundos, que raro).
Cambiando un poco de tema
Bach, maestro eternamente!
y encontré una página de un coro
de cámara (¿?) que me gusto re-harto
jueves, 6 de septiembre de 2007
Dream of the Return
Al mar heché un poema
que llevó con él mis preguntas y mi voz.
Como un lento barco se perdió en la espuma.
Le pedí que no diera la vuelta
sin haber visto el altamar y en sueños hablar
conmigo de lo que vio.
Aún si no volviera yo sabría si llegó.
Viajar la vida entera
por la calma azul o en tormentas zozobrar.
Poco importa el modo si algún puerto espera.
Aguardé tanto tiempo el mensaje
que olvidé volver al mar y así yo perdí aquel poema.
Grité a los cielos todo mi rencor.
Lo hallé por fin pero escrito en la arena
como una oración.
El mar golpeó en mis venas
y libró mi corazón.
que llevó con él mis preguntas y mi voz.
Como un lento barco se perdió en la espuma.
Le pedí que no diera la vuelta
sin haber visto el altamar y en sueños hablar
conmigo de lo que vio.
Aún si no volviera yo sabría si llegó.
Viajar la vida entera
por la calma azul o en tormentas zozobrar.
Poco importa el modo si algún puerto espera.
Aguardé tanto tiempo el mensaje
que olvidé volver al mar y así yo perdí aquel poema.
Grité a los cielos todo mi rencor.
Lo hallé por fin pero escrito en la arena
como una oración.
El mar golpeó en mis venas
y libró mi corazón.
lunes, 3 de septiembre de 2007
en una casa que puede o no estar embrujada

La casa está callada, no se mueve el aire dentro,
sólo crujen los materiales con el primer sol de las 7:00 am
más allá, más acá, dando una especie de visión tridimensional del tamaño de las piezas y muros.
Cuando me levanto y camino a piez descalzos
pareciera revolver el aire más denso que ha precipitado sobre el piso helado, arremolinándose invisible.
AAAhhhmm! qué sueño, hay sol afuera.
Hoy taller de ágebra, cálculo, geología y taller de geología en la tarde.
El ajetreo del día me mantiene ocupado conversando con la gente y escuchando las clases,
luego a la hora del almuerzo improviso algo (tengo que comer YA algo diferente a fideos)
mientras la radio suena y los niñitos del Andrés Sabella gritan afuera cuando sus mamás y papás llegan a buscarlos. Quedo satisfecho y ordeno un poco la cocina.
Después del taller de geología en que identifico un sinnúmero de rocas y cristales mientras muero con el viento gélido de las 18:00 horas, la casa está silenciosa denuevo.
Sentado arriba en el computador escribiendo una entrada a mi blog no me percato de como anochese afuera. No prendí la radio esta vez. Derepente siento que alguien entra a la casa, que pasa cerca de la escalera. Llegó Laura, pienso; claro, si es martes. Al rato bajo y la llamo porque parece que no está (¿?)
Y no está.
Entonces voy a la radio y pongo música de Jónsi tocando la guitarra eléctrica con su arco de cello que tanto tranquiliza cuando uno lo necesita.
Mmmmm... estando callado uno siempre pareciera esperar escuchar a alguien llegar, que irrumpa espontáneamente. La soledad es sugestiva. Diablos, no voy a pensar más en eso, no sea que luego en la noche empiece tontamente a revivir esos viejos temores infantiles a la oscuridad movediza y rastrera; la extraña sensación de presencia no deja dormir tranquilo.
Pero igual duermo y al otro día amanece bonito.
sábado, 1 de septiembre de 2007
Comercio
Los famas habían puesto una fábrica de mangueras, y emplearon a numerosos cronopios para el enrollado y depósito. Apenas los cronopios estuvieron en el lugar del hecho, una grandísima alegría. Había mangueras verdes, rojas, azules, amarillas y violetas. Eran transparentes y al ensayarlas se veía correr el agua con todas sus burbujas y a veces un sorprendido insecto. Los cronopios empezaron a lanzar grandes gritos, y querían bailar tregua y bailar catala en vez de trabajar. Los famas se enfurecieron y aplicaron en seguida los artículos 21, 22 y 23 del reglamento interno. A fin de evitar la repetición de tales hechos. Como los famas son muy descuidados, los cronopios esperaron circunstancias favorables y cargaron muchísimas mangueras en un camión. Cuando encontraban una niña, cortaban un pedazo de manguera azul y se la obsequiaban para que pudiese saltar a la manguera. Así en todas las esquinas se vieron nacer bellísimas burbujas azules transparentes, con una niña adentro que parecía una ardilla en su jaula. Los padres de la niña aspiraban a quitarle la manguera para regar el jardín, pero se supo que los astutos cronopios las habían pinchado de modo que el agua se hacía pedazos en ellas y no servía para nada. Al final los padres se cansaban y la niña iba a la esquina y saltaba y saltaba. Con las mangueras amarillas los cronopios adornaron diversos monumentos, y con las mangueras verdes tendieron trampas al modo africano en pleno rosedal, para ver cómo las esperanzas caían una a una. Alrededor de las esperanzas caídas los cronopios bailaban tregua y bailaban catala, y las esperanzas les reprochaban su acción diciendo así: ¡Crueles cronopios cruentos!. ¡Crueles! Los cronopios, que no deseaban ningún mal a las esperanzas, las ayudaban a levantarse y les regalaban pedazos de manguera roja. Así las esperanzas pudieron ir a sus casas y cumplir el más intenso de sus anhelos: regar los jardines verdes con mangueras rojas. Los famas cerraron la fábrica y dieron un banquete lleno de discursos fúnebres y camareros que servían el pescado en medio de grandes suspiros. Y no invitaron a ningún cronopio, y solamente a las esperanzas que no habían caído en las trampas del rosedal, porque las otras se habían quedado con pedazos de manguera y los famas estaban enojados con esas esperanzas.
Julio Cortázar
Julio Cortázar
la Piedra del Elefante

Vaya, como son las cosas como que me humanicé
o me humanizaron, no sé;
quien diría que ese Leo santiaguino
aburrido, que no hacía nada, que no salía,
que sólo leía y leía, que no bailaba,
que calculaba,
que no tenía lazos muy fuertes con nadie
además de sus padres
que era mas bien frío y lejano
cambiaría un poco.
Diablos. Parece que tenían razón.
"Ya vas a ver, cuando entres a la U, el carrete,
los amigos, yo la pasé muy bien en la U, que
la U aquí, que la U allá, que todo eso"
Y yo "Bah, si sabes como soy, eso no pasará, si sabes que
no necesito mucho a la gente, me da lo mismo"
etc.
Freud tenia razón. Nomás alejarse de los viejos
y el humano empieza a buscar remplazo del cariño faltante,
siendo ese el motor de las relaciones humanas.*
Santiago es exclusivamente por mis padres y familia. Y por la Coni.
Mas nada. No hay raíces al final, los lazos quedarán acá.
(*): ¿era Freud?
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